La aptitud física es un estado de salud y bienestar y, más específicamente, la capacidad de realizar aspectos de deportes, ocupaciones y actividades diarias. La aptitud física generalmente se logra mediante una nutrición adecuada, ejercicio físico moderado-vigoroso y suficiente descanso.

Antes de la revolución industrial, la aptitud física se definía como la capacidad de llevar a cabo las actividades del día sin fatiga excesiva. Sin embargo, con la automatización y los cambios en los estilos de vida, la aptitud física ahora se considera una medida de la capacidad del cuerpo para funcionar de manera eficiente y efectiva en actividades laborales y de ocio, para estar sano, para resistir enfermedades hipocinéticas y para enfrentar situaciones de emergencia.

La condición física se define como la calidad o el estado de forma. Alrededor de 1950, quizás consistente con la Revolución Industrial y el tratado de la Segunda Guerra Mundial, el término "aptitud" aumentó en vernáculo occidental en un factor de diez. La definición moderna de aptitud describe la capacidad de una persona o máquina para realizar una función específica o una definición holística de adaptabilidad humana para hacer frente a diversas situaciones. Esto ha llevado a una interrelación de la aptitud y el atractivo humanos que ha movilizado a las industrias mundiales de acondicionamiento físico y equipos de acondicionamiento físico. Con respecto a la función específica, la condición física se atribuye a las personas que poseen una capacidad aeróbica o anaeróbica significativa, es decir, fuerza o resistencia. Un programa de acondicionamiento físico completo mejora a una persona en todos los aspectos del ejercicio físico en comparación con la práctica de uno solo, como solo resistencia cardiovascular / respiratoria o solo entrenamiento con pesas.

Un programa integral de acondicionamiento físico adaptado a un individuo generalmente se enfoca en una o más habilidades específicas y en necesidades relacionadas con la edad o la salud, como la salud ósea. Muchas fuentes también citan la salud mental, social y emocional como una parte importante del estado físico general. Esto a menudo se presenta en los libros de texto como un triángulo formado por tres puntos, que representan la aptitud física, emocional y mental. La aptitud física también puede prevenir o tratar muchas afecciones de salud crónicas provocadas por un estilo de vida poco saludable o el envejecimiento. Hacer ejercicio también puede ayudar a algunas personas a dormir mejor y posiblemente aliviar algunos trastornos del estado de ánimo en ciertas personas.

La investigación en desarrollo ha demostrado que muchos de los beneficios del ejercicio están mediados por el papel del músculo esquelético como órgano endocrino. Es decir, la contracción de los músculos libera múltiples sustancias conocidas como mioquinas, que promueven el crecimiento de nuevos tejidos, reparación de tejidos y diversas funciones antiinflamatorias, que a su vez reducen el riesgo de desarrollar diversas enfermedades inflamatorias.

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